Corteza de la encina

 La corteza de la encina

Corteza de la encina: es dura y resquebrajada, de color gris, resquebrajada y se va

endureciendo conforme pasan los años y agrietando en todas las direcciones y oscureciendo.

Posee propiedades medicinales que son conocidos desde tiempos remotos, por los pueblos de las riveras del Mediterráneo, donde es común, se prepara una infusión y se utiliza para tratar varias afecciones de la piel, la boca y la garganta, entre otros.

La corteza de la encina es muy rica en taninos (por lo que se debe usar con precaución) y de muchas propiedades: astringentes y de ahí su uso para el tratamiento del acné y de la dermatitis seborreica, gracias a su acción antiséptica, hemorroides, el prurito vaginal y también para aliviar las molestias de los sabañones; 

Favorece la coagulación de la sangre e incluso ante una hemorragia nasal maderada, cura afecciones como gingivitis, faringitis o amigdalitis, diarreas así como inflamaciones del intestino;  úlceras, para irrigaciones, baños, contra las fisuras anales, los sabañones, diarreas, disentería crónica, etc. 

Todos los Quercus sirven para ello, especialmente la encina, a causa de la cantidad de tanino que contiene.

La corteza de las raíces de encina, cocida en agua hasta que se deshaga se aplica a los cabellos toda la noche y los ennegrece.
La encina es una de las mayores fuentes de taninos vegetales usados para la curtiembre, este elemento permite realizar un curtido perfecto para darle un buen acabado al cuero y el color adecuado, se ha utiliza desde tiempos inmemoriales.

En la actualidad hay muchos procuitos que se venden retazos de corteza en bolsas y o enpaques comerciales en casi toda España, tienen gran demanda y son de gran calidad.

Nota importante: Nosotros no recomendamos ningúno de los productos que aparecen entre las diferentes páginas del libro, consulte con su médico.