viernes, 7 de noviembre de 2014

Pioneros Encinas de la Costa de Sonora

 Pioneros de la Costa de Hermosillo

Rancho San Francisco de la Costa Rica














En la lucha contra la naturaleza y en el afán de encontrar agua para regar las tierras casi deserticas de la comarca los hermanos Pascual e Ignacio Encinas tuvieron la gran visión de desarrollar la región.
A mediados del siglo pasado don Pascual Encinas, un hombre de mucho coraje y fe tomó posesión de los terrenos conocidos Siete Cerros al que llamó San Francisco de Costa Rica e implantó un complejo experimento agricola, ganadero, religioso.
Posteriormenete abrió pozos buscando agua, luego construyó pequeñas casas de adobe, costrutó una pequeña iglesia y corrales para ganado, posteriormente llegaron los campesinos y vaqueros y tuvo que construir una escuela para los hijos de los trabajadores, mas adelante llegaron otros agricutores y poblaron todo el desierto.
El gobierno construyó una presa para dotar de agua para los sembríos pero resultó contraproducente, el agua desapareció de los canales de regadio
En julio de 1989, el Licenciado Luis Encinas Johnson, gobernador del Estado de Sonora de 1961 a 1967, hijo de Luis Encinas Robles, nieto de Luis Encinas Contreras y bisnieto de Ignacio María Encinas, el fundador en 1844 del rancho San Francisco de la Costa Rica, en la Presentación del libro Pioneros de la Costa de Hermosillo de don Roberto Thompson, dijo lo siguiente:

- Desde los tiempos de Don Pascual y Don Ignacio María Encinas hasta los años Cuarenta de este siglo, la agricultura de la Costa, que se concentró principalmente en el área de Siete Cerros, dependía de las aguas que llevaba en sus crecientes el río Sonora, y que eran captadas y conducidas a través de canales, bordos, “postizos”, etc. y las tierras eran regadas por el sistema de “bolseo” pero cuando el gobernador Abelardo L. Rodríguez, entre otras cosas muy buenas que hizo para Sonora, construyó en las inmediaciones de Hermosillo la presa que lleva su nombre, los agricultores de la Costa se dieron cuenta de que ya no contarían con agua para regar sus propiedades pues la nueva presa la captaría sin beneficiarios a ellos por la gran distancia que separaba sus campos de la nueva obra hidráulica.
Entonces surgió vigorosa la nueva opción: perforar pozos para buscar agua subterránea, la opción resultó afortunada y a partir de ese momento surgió el desarrollo espectacular de la Costa de Hermosillo, que se convirtió en poco tiempo en gran productora de trigo y algodón.
Y surgieron también problemas, porque se abrieron tantos pozos y creció tanto la zona agrícola, que comenzó a presentarse amenazador el abatimiento de muchos de ellos y la intrusión de agua del mar en algunas áreas, lo que obligó a implementar programas para racionar y utilizar adecuadamente el agua y preservar esa gran riqueza.
Ojalá que el programa establecido por Recursos Hidráulicos para reducir año por año la extracción de agua del subsuelo y preservar el acuífero, se lleve hasta sus últimas consecuencias, con firmeza y honestidad por parte de los agentes de gobierno y con comprensión y buena voluntad por parte de los usuarios, llámense agricultores o colonos colonos, porque es en beneficio de ellos el que el programa tenga éxito y
esto que decimos para la Costa de Hermosillo, donde existe el mismo peligro de agotar los acuíferos y convertir otra vez en yermos lo que con tanto esfuerzo ha llegado a desarrollarse.

Pioneros Encinas


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