Leyendas de la encina en Navidad
La tradicional costumbre de prepararse con bastante anticipación para adornar la casa en las fiestas de Navidad y así buscar los adornos mas hermosos entra tantos que venden en los mercados y los grandes almacenes, allí encontramos las familiares figuras de la hojas de las encinas y también de las bellotas.
Hay que recordar que en las culturas antiguas el dios normando Odín lanzaba rayos y las casa tenían árboles encinas que servían como pararrayos, pero en algunas celebraciones adornaban al árbol colgandole regalos y adornos, esta costumbre fue cambiada por los pinos que actualmente se utilizan para navidad.
En noviembre, hasta los últimos días del mes, las encinas sueltan sus frutos, las bellotas maduras y caen al piso y era común recoger y regalar las bellotas en Navidad a los amigos o familiares, la bellota de la encina es la más dulce de las que producen los otros quercus; también se acostumbraba colgarlas en los Árboles de Navidad, podían ser al natural o de cualquier otro material, plástico, madera, vidrio, etc.
Hoy en día se utilizan bolas de diferentes colores y tamaño, igualmente se cuelgan muchas luces.
En Aragón era tradicional las Toza de Nadal o Tronco de Navidad o Fiesta de los Troncos, la celebración consistía en quemar en las casas en la noche de Navidad un tronco de encina al que se bendice o bautiza derramando sobre él vino tres veces; era común en Aragón y Cataluña, se creía que sus cenizas protegían a la casa de las tormentas, los campos de las plagas y que tenían la propiedad de sanar enfermedades.
Muerdago
Tenía poderes mágicos, representa el amor duradero, es utilizado como adorno en Navidad porque representa la paz, hoy en día es común verlos en orlas y adornos colgantes junto a las hojas de la encina sobre las puertas y los árboles de Navidad; se colgaba encima de las cunas de los niños para evitar que sean robados por las hadas; besarse bajo el muérdago hace perdurar el amor, de ahí la costumbre de colgarlo en el dintel de una puerta o del techo a falta de una encina.
Tenía poderes mágicos, representa el amor duradero, es utilizado como adorno en Navidad porque representa la paz, hoy en día es común verlos en orlas y adornos colgantes junto a las hojas de la encina sobre las puertas y los árboles de Navidad; se colgaba encima de las cunas de los niños para evitar que sean robados por las hadas; besarse bajo el muérdago hace perdurar el amor, de ahí la costumbre de colgarlo en el dintel de una puerta o del techo a falta de una encina.
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