Victoriano Encinas y Reyes

Victoriano Encinas y Reyes: Educador y abogado, 

Victoriano Encinas y Reyes

Nació en Salamanca el 21 de marzo de 1857 y murió el 29 de diciembre de 1896 en Pontevedra, Galicia, España, hijo de Ángel Encinas Martín y de Jacinta Reyes Alonso quienes alentaron a sus hijos Victoriano y Pedro a seguir el camino de la educación y las letras.
Victoriano estudió en la Escuela Normal de Salamanca y luego en Madrid en la Escuela Central de Maestros, después estudió en el Colegio Nacional de Sordos, Mudos y Ciegos.
Tenía 21 años cuando solicitó un puesto de maestro, siendo nombrado profesor de la Escuela Normal de Pontevedra por Orden Real del 17 de setiembre dr 1878 y ahí funda la Asociación Pedagógica de Maestros de Pontevedra, de la que fue presidente hasta 1896.

Contrajo matrimonio con Isabel Dios en 1880, con quién tuvo varios hijos, entre ellos a: Isabel, Victoriano, Antonia y Ramón Encinas Dios.
En 1885 con el apoyo de Severiano Regueral y Emilio Álvarez Gimenes editó la revista: Los Maestros de España y en 1887 fue uno de los principales organizadores del Congreso Pedagógico Regional celebrado el 15 de agosto de ese año.

Años después, en 1890 ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela y recibió el título de Licenciado en Derecho en 1992, luego fue presidente de la Sección de Ciencias Económica de Amigos del País de Pontevedra, también fue nombrado secretario de la Junta Provincial de Instrucción Pública y Abogado Fiscal interino de la Audiencia de lo Criminal y también Director Interino de la Escuela Normal de Pontevedra.

Falleció el 29 de diciembre de 1896 a los 39 años, perdiendo Epaña y especialmente Galicia a un hombre talentoso y en plena juventud intelectual.

Extracto del discurso pronunciado por el Doctor Victoriano Encinas y Reyes en el Cogreso Pedagógico de Pontevedra en 1887.

"En nombre de la Asociación que presido y en el todos los que por este congreso nos interesamos y a el asistimos le doy la mas cordial, cariñosa y entusiasta enhorabuena a nuetro jefe el señor caceres, a la vez la mas sinceras gracias por la honra que nos proporciona con su presencia apesar de no etsra restablecido de sus dolencias"